Faustino Díez nace en Burgos. Cuando era niño, igual que hoy, cantaba en el coro del cole y de la parroquia. Grababa sus pinitos musicales en cassette borrando poemas recitados por su padre con un viejo magnetófono, y tocaba una batería de cartón que le trajeron los Reyes Magos. Sin renunciar a ni un solo día de los que pasó por el Seminario de Burgos estudió Teología mientras desarrollaba sus habilidades artísticas en el dibujo, la ilustración y sus primeras composiciones musicales orientadas a la pastoral que marcarán toda su vida. Convocado por el Colectivo Universitario en Diálogo toma contacto con la poesía creando música para tertulias y recitales poéticos descubriendo su faceta de cantautor. Completa sus estudios de Filosofía en Salamanca y cursos de música en Madrid para dedicarse actualmente a transmitir desde la docencia, la música, las creaciones plásticas y la animación pastoral, la esencia de nuestros valores culturales.

 

Gracias a las colaboraciones de sus amigos ha logrado sacar del cajón algunas de sus canciones publicando discos como:
1. “Fiesta del Amor” Madrid 1995.
2. Happening “Tu luz en la noche” Madrid 1996.
3. “Serpiente y luna” Barcelona 1999.
4. “Confía en él” Burgos 2003, presentado en el Aula Pablo VI de Ciudad del Vaticano.
5. Disco-libro “Amor desvelado” Burgos 2011, presentado en el Teatro Principal de Burgos el 22 de enero de 2012.
6. “entrenosotros” Burgos 2012. Se presentará en el Teatro Principal de Burgos el 7 de marzo de 2013.

 

Autor de otros temas incluidos en cancioneros religiosos y conocidos en los ámbitos parroquiales, es colaborador del “David Multifestival” y encuentros de artistas cristianos. “Grupo Paradigma” es la plataforma de las iniciativas culturales donde este creativo polifacético y autodidacta, recrea lo que otros le han enseñado y transmitido con mucha paciencia y cariño, a lo largo de su vida. Su estilo cargado de melodías sencillas, frescas e intimistas nos contagian, tanto su adicción al verso, como la oferta de valores que ofrece el Evangelio a nuestro mundo. Matriculado en la escuela de la vida, sigue aprendiendo de sus alumnos y de la gente que participa en los talleres, charlas, seminarios y en todas sus actuaciones por pequeñas que sean.
 

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